Después de un tiempo de excitarnos a través de mensajes todos tan traviesos como los demás decidimos reunirnos con amandouz.Era obvio que no sería necesariamente fácil, ya que ambos éramos bastante similares en nuestra investigación, es decir, más pasivos y sumisos que activos y emprendedores.Pero al menos era interesante saber cómo dar placer al otro, solo tienes que saber qué te gusta en el sexo cuando dejas que tu lado femenino tome el control.Un día, pues, fui a amandouz, a unos cuarenta kilómetros de mi casa.Habíamos decidido que yo me vestiría de chico, jeans-tirantes-camiseta y nada debajo y que ella se vestiría de bribona, con falda corta, medias, tacones y un topcito.Me recibió en su casa ya primera vista supimos que lo íbamos a pasar muy bien juntas.Con su atuendo sexy, su cabello blanco corto y su mirada traviesa, ya me estaba excitando. Me miraba de arriba abajo y de arriba abajo, y sentí que quería devorarme en el acto.Me invitó a volver y fuimos a su sala donde me senté en el sofá.Nos había preparado un café, que puso en la mesita de café, junto al tubo de vaselina y los preservativos, claramente expuestos.Se sentó en el sillón e inmediatamente la invité a venir y unirse a mí en el sofá y ella se reclinó contra mí, poniendo su mano en mi muslo y susurrando que estaba feliz de que yo estuviera allí. .“Ponnos una peli guarra en tu tele mi putita, que vemos a unos cuantos más follando y lamiendo sus pollas”, le digo.Debo decir que soy muy voyeur y me encanta ver porno, me excita al máximo.Agarró el control remoto que estaba sobre la mesa.Para hacerlo, ella tuvo que inclinarse hacia adelante frente a mí y aproveché para acariciarle las nalgas mientras me las pasaba saludando con lascivia.Acaricié sus nalgas y sus muslos, pasando mi mano por fuera y por dentro de sus piernas, muy lentamente, bajando y subiendo hasta llegar a su clítoris que se estaba endureciendo.Acaricié tiernamente su polla y testículos, por detrás y vi su boca abrirse y dejar escapar un gemido de placer.No sé qué lo excitó más, si la mano acariciando sus nalgas deslizándose debajo de sus pequeñas bragas de seda, o la otra mano apretando sus bolas y paseándose de un lado a otro sobre su polla.Le tomó mucho tiempo volver a sentarse a mi lado y encendió la televisión, llamándome cerdito perverso y bromista.Ella tenía esta putita dura conmigo, y ahora me sentía incómodo con mis jeans, así que me desabroché la bragueta y saqué mi polla para ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad

