De adolescentes, con los sentidos alborotados pero demasiado tímidos para coquetear con las chicas, descubrimos los placeres de las caricias entre chicos. Esta historia se desarrolla en los años 70. Vivíamos en la ciudad y jugábamos con el pis en las escaleras de nuestro edificio, nos acariciábamos el pene sobre los pantalones hasta eyacular. Un día el guardia nos sorprendió pero este viejo cerdo mostró su polla y nos pidió que se la chupáramos. Salimos corriendo. Por mi parte, pensé en esta gran polla toda la noche, imaginándome llevándola a mi boca. Mi amigo más cercano y valiente que yo me arrastró a un jardín público. Nos escondimos detrás de un arbusto y como siempre nos pajeamos. Pero esta vez sacó su polla. Al recordar las palabras del guardia, me pidió que lo chupara. Tenía su polla en mi mano y hacía calor. Presionó mis hombros y sin mucha resistencia me arrodillé. Chupé su polla mientras deslizaba mis labios sobre su glande, inmediatamente me encantó esta sensación. No resistió mucho y eyaculó en mi boca. No dejé ni una gota.Mi novio me dijo que nos vamos a divertir los dos, pero no doy mamada, me dijo.En aquella época había muchos baños públicos en la ciudad, íbamos allí a menudo. Las inscripciones lascivas nos excitaban y muchas veces lo chupaba en una cabina que olía fuertemente a orina. Había un baño en un jardín público donde subíamos al tejado y mirábamos a través de una ventana rota cómo los hombres orinaban o se masturbaban. Un día uno de ellos nos sorprendió y mostrando su polla nos invitó a unirnos a él. Me asusté pero mi amigo dijo vamos, vámonos. Entramos a los baños y el hombre con la cola erguida nos hizo un gesto para que nos uniéramos a él. Estaba temblando por todas partes. Una vez en la cabina cerró la cerradura. Mi novio me dice “vete a chuparla”. Su polla era grande con un gran glande expuesto. Empecé dándole lamidas en toda su longitud, luego lamí sus bolas a petición suya y luego, como una piruleta, chupé esta hermosa polla metiéndola en mi boquita de puta. Mi novio me bajó los pantalones y frotó su polla entre mis nalgas hasta correrse. El hombre no tardó mucho en correrse en mi cara. Yo estaba muy emocionado. Para agradecernos le regaló un billete a mi amigo. Este último me dice guay, vamos a ganar algo de dinero, vas a ser mi puta.Esa ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad