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descubrimiento del placer anal

Publié par : albator39 le 24/11/2023

Hoy estoy en RTT, un día para mí en el que no tengo nada planeado. ¡Si tan solo me cuidaras!El día empieza desnuda, desayuno, un poco de limpieza, que tiene el don de excitarme un poco. Para darle vida al día, navego por algunos sitios de citas, sólo para ver qué puedo hacer. Y al final, entre los fantasiosos, los indisponibles, me resigno a darme placer. Dirígete a los baños para hacerte un gran enema, luego dúchate y dirígete al sótano donde se encuentra todo lo que necesitas. Saco mi primer consolador, de 17X 3,5 cm con glande fino, ideal para calentar. Lo cubro con gel lubricante, como tiene ventosa, lo coloco en una mesa de café. Acaricio mi disco suavemente, solo para calentarme, luego inserto un primer dedo, luego un segundo solo para expandirlo un poco. Aprovecho para hacerme cosquillas en la próstata lo que provoca que un poco de líquido seminal apunte hacia mi glande mientras está en reposo, líquido que tomo con la yema del dedo y lamo. Después de unos minutos, no puedo soportarlo y caigo sobre el consolador en modo de penetración brutal. Dejé escapar un leve grito de dolor pero me encanta. Me siento lo más que puedo, sintiendo mi trasero tocar la mesa. Permanezco inmóvil sintiendo este objeto dentro de mí, arqueo la espalda mientras jugueteo con mis pezones. Luego empiezo a ir y venir, sobre este pene de imitación, acelero el movimiento y mantengo el ritmo durante diez minutos hasta que voy más despacio para sentirlo realmente dentro de mí. Un consolador ayuda pero no sustituye a una polla de verdad... Saco el modelo de arriba, de 20 x 5,5 cm negro y simulando una buena polla negra, ¡mi favorito! Lo cubro con gel, lo coloco sobre la mesa de café, presento mi agujero ligeramente dilatado y me agacho para sentirlo entrar en mí. Me encanta sentir esta masa invadirme y penetrar muy dentro de mí. Aunque al principio siento dolor, sigo metiéndolo profundamente dentro de mí hasta que mi trasero vuelve a tocar la mesa. Que placer estar lleno así, estar dilatado. Me siento sobre él aceptándolo y luego empiezo a ir y venir, disfrutando de mi culo durante unos 15 minutos. Mi culo está en llamas, mi abdomen inferior anhela una polla real que rellene mi agujero. Con el ano dilatado vuelvo a mi computadora para encontrarme con una hermosa polla que nuevamente me posee a mí y a la col blanca. Decido ver algunos vídeos, resignándome a masturbarme y masturbarme delante de una película. Me encuentro con un vídeo de una transexual que se folla a un gay. Lo cual realmente me emociona y me hace querer experimentar lo mismo. Acudo a un sitio especializado y como encontrar a una persona trans es tan complicado como conocer a un extraterrestre, decido recurrir a un profesional. No quiero arruinarme este día. Veo el anuncio de una persona trans, mestiza y sobre todo equipada con un pene de 25 x 5,5 cm. Justo en la foto su cola es impresionante y tiene una gran presencia. Llamo y está disponible en 2 horas. Cita cancelada, ¡me digo que realmente tengo que prepararme! ¡Porque va a ser una fiesta para mí! Me pongo nuevamente el consolador negro y lo mantengo en mi trasero, sujetándolo con una especie de cinturón modificado como accesorio SM y que rodea la cintura con una parte que pasa por las piernas y una abertura para pasar el pene. Lo guardo mientras sigo limpiando, solo para pasar el tiempo, no te esconderé que mi ano está muy dilatado y más que ardiendo. Un último enema para salir y para excitarme aún más solo me puse unos pantalones de chándal, una camiseta y unas zapatillas. Aparco, subo las escaleras, suena el timbre y se abre la puerta... Ahí no tengo palabras para describir a quien me abre, alto a pesar de los tacones, un mestizo soberbio con la piel color caramelo, un poco apretado. vestido que revela un cuerpo de ensueño, piernas que harían soñar a más de una mujer, pecho largo, cónico, macizo; en cuanto a su olor: ¡embriagador! Frente a ella me siento como un niño, me impresiona lo que desprende. Ella me besa y luego me pide que la siga. Entre su actitud casi felina y su increíble feminidad, ¡solo puedo admirarla y quedarme impresionado porque es un verdadero bombón! Me pide que vaya a su habitación, me pide que me desnude, me mira y se acerca a mí y me abraza. ¡Extraña sensación de estar desnudo entre los barrotes de esta soberbia criatura, vestida, sexy como el infierno! Aprovecho para acariciarla a través de su ropa. Me hace sentar en el borde de la cama, luego comienza a desnudarme, lentamente pero sobre todo sensualmente, ya el vestidito, que deja al descubierto la ropa interior color coral y que resalta su piel bronceada y mixta. Luego se quita el sujetador dejando al descubierto un par de pechos magníficos, que sujetan y tienen un bonito volumen, con una areola muy oscura. Ella es realmente magnífica... Luego se baja las bragas y aparece su pene, no puedo creer lo que veo, no es una polla sino una polla en reposo. Su cola, que ya era impresionante en las fotos, es simplemente irreal en la vida real. Se acerca a unas pocas decenas de centímetros de mí y huele terriblemente bien. No me atrevo a tocar este pene porque me fascina mucho. Lo agarro con delicadeza, es pesado, firme sin ser duro, más oscuro que la piel de su cuerpo, ¡un hermoso marrón oscuro! Completamente suave; Me tomo el tiempo de pesarlo, de observarlo, lo paso por mi cara, lo froto. ¡Estoy en la nube nueve! Decido llevármelo a la boca, ya en reposo, el glande es de buen tamaño, espero que al endurecerse no me explote la mandíbula. Lo lamo, luego lo trago lo más suavemente posible, pasando mi lengua caliente y húmeda por su frenillo. Siento que empieza a crecer, ¡lo cual me asusta! La trans me deja hacerlo, a mi ritmo, pero siento que lo agradece porque su polla cada vez está más dura y de pie. Con la talla de la transexual, sus tacones, para estar a la altura, ¡tengo que levantarme! Intento llevarme la mayor cantidad posible a la boca, pero dado el tamaño erecto, es imposible o significaría que me romperían las amígdalas y moriría por asfixia. Sin saber cuánto dura, la trans me pide que me ponga a cuatro patas, se arrodilla y viene a lamer mi línea "Me encanta la vainilla, ahí me haces feliz" me dice. Después del enema me unté el pubis, las nalgas y el ano con crema de vainilla. Tiene una lengua diabólica y sabe usarla de maravilla. Le dije: “No creo que puedas tomarme, tu polla es enorme y nunca había visto y tomado una tan grande”. Con voz suave y cariñosa ella respondió “déjame hacerlo”. Con eso no temas nada” Entonces siento un dedo deambulan ...

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