Mis dedos se deslizaron sobre el nailon hacia ella entre los muslos ampliamente abiertos. Febrilmente comencé a descubrir este codiciado sexo. Sentí que la respiración de la enfermera se hacía más pesada. Acaricié sus labios para abrirlos a través del nailon, luego descubrí este pequeño botón (clítoris) que le da tanto placer a las mujeres. Sin saberlo, por supuesto, lo acariciaba cada vez más fuerte, jugando con él. La enfermera empezó a gemir de placer. Sus piernas se abrían y cerraban cada vez más rápido. Seguí jugando con su clítoris, sintiendo su polla cada vez más húmeda. También acaricié su montura Venus muy completa pero corta. Sentí que algo estaba pasando, suavemente tomó mi cabeza para dirigirla a su polla ardiendo de deseo, diciendo " Así que acerqué mi boca a su sexo ahora más que húmedo y comencé a besarlo y lamerlo a través del nailon empapado de sus pantimedias.Sus manos bajaron las pantimedias para liberar su polla. Mi lengua ahora lo buscaba de arriba abajo, chupando y chupando su clítoris haciéndola retorcerse más y más placer. Se contorsionó tanto que de repente mi boca y mi lengua se encontraron en su ano que también comencé a lamer con avidez, mi lengua penetrándola suavemente. La oí gemir cada vez más, cuando de repente tomó mi cabeza para pegarla en su pene. Sentí que un líquido entraba en mi boca mientras ella se soltaba por completo en un poderoso gemido. Entendí que había llegado a disfrutar en mi boca. Estaba feliz de haberle dado tanto placer. Cuando recobró el sentido, me besó apasionadamente en la boca y luego me agradeció por darle tanto placer.Sus labios dejaron los míos para vagar por mi cuerpo, primero el pecho, luego el vientre para llegar obviamente a mi polla que tendió las pantimedias para que se partiera. Ella comenzó a lamer mi polla y mis carteras a través de las pantimedias. Sentí una increíble sensación de hormigueo. Ella bajó las pantimedias para agarrar mi apretada polla. Lame el prepucio, luego delicadamente le quita el glande para lamerlo en todas sus costuras. Su lengua jugaba con el freno, lamiendo, excitándolo, antes de jugar con la hendidura de mi pene. Sus manos masajearon mis becas, mis nalgas y entraron enseguida entre ellas para correrse y acariciar la arandela de mi ano. Sentí que uno de sus dedos comenzaba a penetrarme sua ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad