Por esta época apenas estamos a principios de mayo, pero el sol es inusualmente generoso y las temperaturas suaves. ¡Qué gran idea haberse tomado un tiempo libre esta tarde! Tengo muchas ganas de aprovechar este momento para ir a una pequeña playa, bastante secreta, en el gran lago que está casi en mi camino. La decisión está tomada. Llego al final del camino donde sólo hay 2 o 3 coches aparcados. Tranquilidad asegurada... Me siento en la playa, la vista es realmente magnífica. Se me olvidaba, esta playa es naturista. Afortunadamente no había traído bañador, sólo una toalla de playa, casi siempre en el maletero del coche. Es realmente un placer quitarse toda la ropa, una simple sensación de libertad. Los rayos del sol y el soplo del aire hacen estremecer todo mi cuerpo. Es muy bueno ! ¿Temblando? Bueno, no sólo eso... mi pene se hincha y se endereza muy rápidamente. Me sonrío a mí mismo con mi vigor. Bueno, la playa no está completamente desierta. Una figura visiblemente masculina pasea junto al agua. Esta figura es bastante agradable de ver y no puedo esperar a que se acerque. Es un tipo delgado, a priori relativamente deportista dada su musculatura fina pero bastante marcada. Unos buenos cuarenta, muy atractivo. Completamente desnudo... no, zapatos de montaña, para evitar lesiones con las piedras que puedan haber en la playa en algunos lugares. Cuanto más se acerca mi compañero de playa, más me gusta. Reduce el ritmo, se detiene, parece admirar el paisaje... ¡y no es el paisaje lo que más admiro! El apuesto joven vuelve a la playa, cada vez más cerca de mi pequeño y acogedor rincón. Este acercamiento no tiene como objetivo reducir mi erección, ya bien estimulada por mi desnudez. Se mueve un poco para cruzar los pequeños grupos de plantas que bordean la playa. Ya no lo veo. Atraída como por un imán, me levanto y me tomo la molestia de coger mi toalla de baño. Mi erección me dif ...

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