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Historia de una sumisión femenina (continuación) 2

Publié par : jeanalin le 05/07/2022

Después de nuestra excitante cena en la ciudad donde compartimos muchas cosas con mucha complicidad y mucha sensualidad, llevamos unos días sin vernos. Y echo de menos eso. Su nombre es Geneviève y no me importa llamarla así. Tomo la decisión de ir a verla a la tienda. Cuando ella me ve, me siento avergonzado. Me invita a ir a verla a su oficina y cierra la puerta. Se relaja cuando la puerta está cerrada.- "Lo siento, no quería molestarte pero me confundiste y no quería mostrar mi problema frente a mi vendedora y los clientes. » -« Soy yo el que lo siente, debí haberte avisado pero no tengo tu número de teléfono y tenía tantas ganas de verte… »Ella se me acerca, toma mi mano, se mete debajo de la falda para que la acaricie. No tiene bragas y está mojada. Ella retrocede un poco, se sienta en el escritorio y me dice: - "Lámeme" meto la cabeza debajo de la falda y lo hago, una vez más, no tarda en llegar.Se sienta - "Gracias" me dijo, besándome largo rato en la boca. - "Toma, toma esto" agrega, entregándome un pequeño paquete. "Es para ti, te los pondrás para nuestra próxima reunión, el jueves por la tarde, por favor". Ven a casa, te tengo una sorpresa. »Para llegar a esta reunión, me cuidé de poner debajo de mi traje la ropa interior que me regaló el otro día, un liguero de raso estampado con flores verdes y amarillas, un pequeño corpiño a juego con el liguero y medias de seda beige.Cuando llego, me abre la puerta y la siento un poco distante. Está vestida de forma muy estricta, traje chanel de lana gris muy elegante, blusa de seda color crudo, como siempre, tacones altos y medias transparentes. Sólo un apretón de manos y un ligero beso. Me ayuda a deshacerme del abrigo y la bufanda y los cuelga de un gancho en el pasillo, junto a un hermoso abrigo de piel. El vaivén de su pecho en la blusa, entiendo que no lleva sostén. Eso me gusta.Me lleva directamente al salón donde ya está instalada una señora, un poco mayor, cómodamente sentada en el sofá, muy bien vestida. Falda plisada de tafetán, blusa abullonada de seda malva con chorrera, zapatos de tacón de charol. Estoy un poco sorprendido y preocupado pero no digo nada. Hace presentaciones mínimas, sólo los nombres de pila y, sin más transición, se vuelve hacia mí y me ordena con voz seca: - "Quítate la chaqueta y los pantalones".Me impresiona el tono con el que da la orden. Pero como ella se hizo cargo de mí por completo después de nuestras primeras 2 reuniones, no me atrevo a decir nada. Estoy un poco avergonzado, pero me desvisto torpemente cuando ella me pregunta. Y aquí estoy de pie, en medio de la sala, corbata y loca con mi chaleco de raso para arriba, y solo medias y el liguero para abajo, el culo y la polla al aire porque nada puesto no tenía poner bragas o shorts ouisuqe no estaba en el paquete)… tengo un leve vendaje. La dama desconocida, cuyo nombre es Lucie, todavía no ha dicho nada pero parece apreciarlo. Genoveva también. Lucie no habla, pero se levanta suavemente la falda y revela un sexo afeitado magnificado por un soberbio liguero, satén malva como su blusa y medias gris ratón. - "Ve a lamer a mi amigo" vuelve a ordenar Geneviève.Me arrodillo y empiezo a lamerlo. Primero pequeños lametones, luego lo introduzco entre sus labios y subo hasta su clítoris que ya está abultado. Voy más duro, insertando mi lengua en su coño lo más profundo que puedo. Es muy agradable. A la dama parece gustarle, primero abre bien los muslos y luego los cierra firmemente sobre mi cabeza mientras sigo chupando y lamiendo. Con una mano empiezo a acariciar su vientre, un poco gordito en la seda de su blusa, me excita y vuelvo más arriba hacia su pecho. Me doy cuenta entonces de que ya se ha desabrochado la blusa y se acaricia los pechos a través de la tela del sostén. Aprovecho para pellizcar sus pezones que están muy duros y erectos, ella parece apreciarlo pero aparta mi mano:- “Concéntrate en mi coño, yo me ocupo de los pechos”. Estas son sus primeras palabras pronunciadas con una voz sensual y autoritaria que me hace retirarme de la mano.Estando casi a cuatro patas, con la cabeza entre las piernas de Lucie, Genevieve tiene mucho tiempo para cuidar de mi ano. Lo hace como la última vez. Primero un dedo, luego dos, mucho gel y me introduce el dildo. La señora tarda mucho en correrse pero la siento subir poco a poco, su coño babea y lo chupo todo a medida que avanzo, sus piernas agarran mi cabeza con espasmos cada vez más fuertes y más cerca, tengo la sensación de asfixia.Por otro lado, por otro lado, ya no siento mi culo, el vibrador está a todo volumen y Genevieve lo empuja hasta el fondo. Cuando por fin Lucía se libera en pequeños gritos apretando aún más, si cabe, sus muslos alrededor de mi cabeza. Su orgasmo es largo y la acompaño lo mejor que puedo con mi boca. En este punto, Genevieve comienza a masturbarme, lo hace con fuerza, apretando mis bolas con la otra mano y manteniendo el consolador firmemente en su lugar, presionando con su pubis sobre mis nalgas, hasta que me corro. El orgasmo es fuerte. Soy proyectado en los muslos de Lucie que lo disfruta. Eyaculo en sus medias y en el suelo. Delicioso. Permanecemos inmóviles por un momento en esta posición. Es Genevieve quien primero rompe el silencio levantándose y dándome unos golpecitos en las nalgas.- "Bueno, tenemos que limpiar ahora" tal susurro en mi oído Me ocupo de la dama primero lamiendo su sexo, su vientre, la parte superior de los muslos, me tomo mi tiempo. También eyaculé en sus pantorrillas y ensucié sus medias, lamo sus medias por toda la pierna in ...

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Palabras clave : Histoire 100% vécue, Hétéro, Branle, Fellation, Sodomie, Mûrs, Soumission/domination, Fétichisme