Pero yo estaba cuidando a su esposa... Debo decir que Brigitte tenía una peculiaridad que siempre me intrigó. Sus pezones son marrones, más oscuros que el marrón, y sus areolas son tan oscuras como sus pezones... Al igual que los finos bordes de sus labios íntimos son más oscuros que el resto de su sexo... ¿ Un misterio genético? Bueno, apretando la base de sus adorables pechitos, sentí como si estuviera sosteniendo dos suculentos Flanbys... Iguales, con el caramelo encima... Los chupé uno tras otro, mi boca bien abierta, bien pegada a su piel y hop, una pequeña succión... Mi lengua cosquilleando la punta de caramelo... Hasta la indigestión... Brigitte se retorció, balanceó su busto de derecha a izquierda, tratando de escapar de mi cosquilleo oral-mamario... Después de colocar sus manos sobre mis hombros, me empujó hacia su coño muy húmedo, hacia el segundo postre, y presionó mi cabeza firmemente contra él para hacerme entender que ahí era donde tenía que chupar, mordisquear, lamer... Lo cual hice diligentemente. Mi lengua siguió su raja, subiendo y bajando por los pliegues de sus labios, rodeando su clítoris, penetrando su cavidad... Estaba trabajando tan duro en su coño coloreado que ella estaba empezando a retorcerse de placer. Y ya no pude soportarlo más con una erección imposible, felizmente la habría perforado con mi polla... Esta diabla me sujetó la cabeza firmemente en su lugar y sus pies jugaron con mi polla... Un largo gemido estalló de su cuerpo, allí estaba, tensándose, tensándose, tensándose, lentamente, y luego, un breve suspiro estalla... El orgasmo se alcanza, perfectamente contenido para sublimar el efecto... Su ser se relaja, se relaja... Me quedo en posición, apenas moviéndome, mi lengua recogiendo su humedad final. ¡Más glotonería! El músico continuó tocando... Anna se sentó a horcajadas sobre Jacques con indiferencia en la tumbona de un rincón de la habitación. Al levantarse, Brigitte notó que mi hombría, todavía erecta, exigía una continuación... Fue allí donde me condujo hacia el culo de Anna que, a horcajadas sobre ella, con los muslos abiertos, subía y bajaba por la columna de Jacques. ¡Qué espectáculo! Brigitte colocó mi polla en la entrada de este coño, aquí no había cola, al menos si se puede decir así... Anna co ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad