El trabajador estoy acostumbrado a ir a sitios de citas después de un día de trabajo, para relajarme. Pongo en mi perfil una foto a mi favor. Como suele ocurrir, los contactos son falsos y no hago seguimiento, así que fantaseo con chicos guapos mientras me masturbo. Una casa siempre requiere mantenimiento, y este verano, aprovechando el sol, hubo que reparar las canaletas. Así que llamo a un artesano local para solicitar un presupuesto. El jefe está cerca de la jubilación, bastante barrigón. Una vez aceptado el monto, me fija una cita, especificando que será su empleado quien vendrá a hacer el trabajo, que serán dos días. Cuando llega el día, veo a un gran tipo, de unos treinta años, desembarcar a las 8 de la mañana. Viste un mono de construcción, dejando al descubierto un torso musculoso y bronceado de alguien que trabaja a menudo al aire libre. Después de las presentaciones, analiza el alcance del trabajo. Va a buscar una escalera grande, la despliega, la coloca a lo largo de la pared y comienza a trepar por las barras. La vista de sus nalgas no me deja indiferente. Por la tarde, regresa con una camiseta sin mangas y pantalones cortos de mezclilla ajustados. Me dijo que con esta ola de calor sería mejor así. No lo voy a enfadar, al contrario, sobre todo cuando veo el bulto que esconde su bragueta y la redondez de sus nalgas cuando está en su escalera. A veces gira la cabeza para decirme lo que está haciendo. Como no estoy usando una camiseta y pantalones cortos sin nada debajo, él solo puede notar el bulto de mi erección temprana. Tengo que irme a casa para aliviarme de esta presión. Cuando termine su jornada laboral, le sugiero que se tome una cerveza. Sentado a la mesa me dice que mi rostro no le es desconocido. Respondo que nunca lo he visto. Antes de irse, se fija en la ducha exterior y me dice: “Esta ducha exterior es genial. “ La noche fue inquieta, pensando en esto como veo a Apolo. Dormí en la muleta como dicen. A la mañana siguiente, regresa con un mono todo sonrisas y me dice: “es el último día de la semana, esta noche es la hora de la fiesta. " Reanuda su trabajo. Al mediodía le ofrecí un aperitivo como para retenerlo un poco más. Llegó media hora antes, esta vez vestido con una camiseta sin mangas, pero en su mayoría pantalones cortos, con piernas anchas. Una vez de vuelta en su escalera, levantando la cabeza, veo sus bolas por una pierna y el comienzo de su polla encapuchada. Estoy hipnotizado. No puedo quitarme los ojos de encima. Empiezo a doblarme. Gira la cabeza hacia mí con una sonrisa que dice mucho. Como termina temprano, le ofrezco una cerveza que acepta con gusto, no queriendo volver al taller demasiado temprano. Antes de que me pregunte si puede usar mi ducha exterior. Por supuesto que no me negaré. Se quita los pantalones cortos y camina desnudo hacia la ducha. Su paso felino ejercita sus músculos bajo su piel bronceada. Abre el agua. Es de espaldas, con los brazos en alto. Espero con la mano en mis pantalones cortos a que se dé la vuelta. Pectorales protuberantes, un vientre marcado por sus abdominales. Sus muslos son apretados lo que resalta un sexo encapuchado, vestido con un vellón marrón bien arreglado debajo del cual cuelgan hermosos testículos. Este tipo es una estatua viviente. Habiendo olvidado darle gel de ducha, me acerco para tirarle la botella con una marquesina a mi bragueta. Regreso a mi puesto de observación. Estoy viendo una película de erotismo extravagante para ver su cuerpo cubierto de espuma. No olvida su entrepierna y sus nalgas. Conseguiré una toalla. Cuando ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad