La nueva reunión de Sarah en casa de Louis. Llevaba un vestido escotado, sin sujetador, una pequeña tanga y tacones pequeños. Ella llega, él abre la puerta y la recibe. Se sientan y toman una bebida. Ella quería tanto saltar sobre él. Comienzan a besarse, ella señala sus pechos y solo quiere que la folle... Él la manosea, mete una mano en su escote y masajea un pecho mientras la otra mano se desliza entre sus muslos y masajea su húmeda intimidad a través del pequeño trozo de tela. Justo cuando Sarah quiere que le retire la tanga para tocarla, Louis detiene todo y dice: "Vamos, cariño, salgamos". Ella le dice que lo quiere ahora pero él insiste. Aquí están en el coche. Ella sólo piensa en él haciéndole el mismo truco con la avería... pero no. Ambos viven en el norte de Francia, cerca de Bélgica. Cruzan la frontera y tras unos kilómetros paran y aparcan frente a un cartel luminoso “Sex Shop All Night”. Es todo un descubrimiento para Sarah, que nunca había asistido a este tipo de establecimientos. Bajan del coche, Louis le asegura que le va a encantar. Entran, en su mayoría son hombres de todas las edades pero también hombres más maduros y alguna pareja. Louis hace que Sarah se quite el abrigo y lo coloque en el mostrador, donde el jefe la saluda con una sonrisa traviesa y la desnuda con la mirada. Louis la invita a dar una vuelta por el sex shop, deambulan de pasillo en pasillo, disfraces, DVD con portadas con fotos explícitas, juguetes de todo tipo desde los más sencillos hasta los más extravagantes incluyendo un enorme consolador de 30 cm... Todo ello bajo la mirada de los caballeros que seguramente la habrían follado en el acto... Louis entonces le pregunta si está preparada para aceptar lo que le va a pedir. Ella está confundida e imagina que él quiere "prestarla" a todos estos hombres, hay unos buenos diez de ellos... Pero no, regresan al mostrador, el jefe pregunta si hay algo que pueda complacer a la dama, Louis le susurra algo al oído, el jefe busca un poco y le da un pequeño juego de llaves a Louis. Sarah está sorprendida, curiosa y al mismo tiempo asustada... Louis la toma de la mano y la conduce hacia una puerta. Las ideas corren por la cabeza de Sarah a la velocidad de la luz, imaginando muchas cosas... Cruzan un pequeño y lúgubre pasillo para luego dirigirse hacia otra puerta que Louis abre con el llavero. A Sarah se le pone la piel de gallina, una mezcla de emoción... la puerta se abre a una pequeña habitación con un sillón, un gran espejo y en una pared colorida tres agujeros...Louis cierra la puerta y le explica. Ella entiende. Presiona un botón, suena una pequeña música precedida de una especie de sirena (luego sabrá que sonó en todo el sex shop para dar la señal...). Louis se sienta en el sillón, le pide que venga y se siente también, se besan, él la manosea, una mano en su escote para sentir sus pechos y la otra en su tanga, cuando la primera polla aparece en uno de los agujeros. Luis lo invita a jugar con él. Con su polla aún blanda, Sarah, un poco tímida, comienza a masturbarlo lentamente, se endurece y crece, ella lo descubre, juega con su glande, Louis le susurra que se lo tome en la boca. Ella comienza a lamerle el glande, juega con su lengua, escucha gemidos detrás de la pared, gana confianza, se excita, da lamidas y siente al hombre presionarse más contra la pared y exponer mejor su polla para entrar más en su boca. Él gime más fuerte, Sarah entonces toma su polla completamente en su boca y literalmente se la traga. El hombre no dura mucho y libera todo en la boca de Sarah a grandes chorros que ella traga. Ella continúa chupándolo y haciéndolo chillar cuando una segunda polla, ya dura, aparece en un agujero cercano. Sara no lo piensa dos veces y lo toma en sus manos, más pequeño que el primero, más grande y circuncidado. Sarah no necesitó masturbarla por mucho tiempo antes de tomarla en su boca. En medio del sexo oral apareció otra polla que ella estaba pajeando al mismo tiempo. Justo cuando Sarah quería probar el número 3, llegó el número 2 cuando lo sacó de su boca y recibió semen en su escote... Louis vino a limpiarlo y le quitó el vestido. Sarah en tanga estaba chupando el número 3... Louis pasó sus dedos sobre su tanga, luego la movió para tocarla. Sarah estaba empapada bajo sus dedos. Se quitó la tanga y la enganchó sobre un pene recién aparecido. Los dedos de Louis y luego su lengua explorando a Sarah, gemidos más fuertes detrás de la pared para llenar nuevamente la boca de Sarah. Luego Sarah pasó al número 4 donde estaba colgada su tanga. Louis se inclinó sobre ella para susurrarle al oído que el gran espejo era unidireccional y que detrás de él la veían trabajar antes de presentar sus pollas. Sarah, todavía con el número 4 en la boca, giró la cabeza hacia el espejo mientras Louis la penetraba. Ella escuchó lo que parecían ser vítores. Louis se movía lentamente hacia adelante y hacia atrás, haciendo que Sarah gimiera mientras trataba de concentrarse en la polla en su boca. Cuando Louis empezó a golpear sus caderas con más fuerza contra sus nalgas, sabiendo que lo estaban observando, Sarah llegó al orgasmo. En este orgasmo, Sarah se perdió los primeros chorros del número 4, recibido en su pecho, antes de volver a tomarlo en su boca para terminarlo, sus pechos goteando semen...El gallo ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad