Aquí viene la última historia contando mis aventuras con Sophie.La última historia, pero no menos importante. Con el objetivo de provocar a Sophie una y otra vez, de poner a prueba sus límites, incluso de degradarla, había concertado un nuevo encuentro con mi colega de oficina (y sobre todo sumisa desde hace varios meses) por la noche en un aparcamiento contiguo. un parque por el que pasamos durante el día con ciertos compañeros de oficina durante la pausa del almuerzo. Mi objetivo para la noche era ver hasta qué punto ella podía ser una mujer fuente.Ya me había beneficiado más de una vez de sus espléndidos arrebatos de placer masturbándola enérgicamente, pero sabía, sentía que ella todavía tenía agradables sorpresas reservadas para mí. Para ello había preparado un "kit" sólo para ella: 2 toallas de felpa grandes (no las de Decath que sólo se esparcen y no absorben nada^) y 1 calabacín cuyo tamaño me impresionó incluso a mí. Al llegar al aparcamiento, Sophie ya me estaba esperando en su coche. Nada más aparcar, cogí mi bolso y cambié de coche para subirme al suyo, con el bolso a mis pies sin decirle una palabra. En menos de 2 minutos ya estaba recostada en su asiento con su cabeza entre mis muslos chupándome, no me quedaba casi nada que decirle, ella sabía ser una buena sumisa.Con los muslos separados, trabajé su vulva con las yemas de los dedos a través de su tanga negra y debajo de su falda de mezclilla levantada. Llegó el momento de probar mi sorpresa, la hice abrir mi bolso sin soltar su coño y le expliqué que la iba a hacer chorrear de placer como nunca. Su sonrisa cuando fingió sorpresa al descubrir con qué había planeado consolarla me hizo entender que ya debía haber probado algo similar.Mucho mejor, me digo, ¡puede que realmente funcione!Tanga en el suelo y acostada boca arriba en los 2 asientos delanteros, la monté a horcajadas en la otra dirección para tocarla, con una toalla debajo de la cintura.3 dedos, enteros sin forzar, luego 4, y una boca que tragaba profundamente cuanto más ampliaba su intimidad.La tiré fuerte pero me contuve para evitar que se corriera, la provoqué, sentir su pelvis, sus caderas torcerse y llamar a mis dedos, mi mano para "arruinarla" como ella decía y así hacerla correrse.Agarré el calabacín, lo golpeé contra su coño, antes de tocarlo nuevamente, manteniéndolo bien abierto y luego haciéndolo de nuevo. Presionando cada vez más fuerte el extremo de este enorme falo vegetal entre sus labios antes de extenderlo por unos momentos para explorarlo con mis largos dedos, sentí el momento oportuno y ya no reprimí mi gesto."Ahhhhhhhhhh" este grito de liberación salió simultáneamente de la boca de Sophie cuando la cucurbitácea se hundió en ella.("Joder, se lo lleva, la puta" me dije)Unos pequeños movimientos de muñeca para comprobar si no tenía alguna idea y luego ella agarró mi muñeca para tirar de ella, empalándose en casi la totalidad de este enorme consolador vegano.Había hundido mi cabeza en su bajo abdomen, lamiendo la parte superior de sus labios, su clítoris y chupando el jugo de placer de esta espectac ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad