2005. Mi linda esposa floreció durante nuestros encuentros que siempre fueron muy bien, nos divertimos mucho haciendo estos tríos con hombres “corteses” y así ella vivió plenamente sus fantasías de mujer dócil y venal. Su conciencia (o inconsciencia) femenina la hacía sentir mejor siendo una puta para conocer a nuestras parejas. Antes de nuestro compromiso (leer historia n.3) siempre teníamos que convencerla de salir libertina (era francamente aburrido tener que repetir siempre el mismo discurso para llegar allí) pero después ya no fue lo mismo... Fue suficiente que le dijera que teníamos una oferta muy cara para que ella se convirtiera en una aspiradora de pollas... Lo bueno de esta situación fue que ella mejoró de semana en semana, disfrutó mucho y se convirtió en una guarra. a pesar de ella misma. Mi papel había evolucionado naturalmente. De un marido candaulista que compartía, también me había convertido en su Maestro y Mac. Disfruté infinitamente de este juego de rol. Cuando teníamos una cita ya no éramos los mismos, nos sentíamos involucrados en una misión (especialmente ella), ¡éramos como superhéroes sexuales! A mí también me hizo reír mucho ver cosas así y gracias a ese buen humor nada nos detuvo. En privado podía hacer casi cualquier cosa con ella, la acostumbré a palabras groseras, gargantas profundas, caricias en la cara, corridas faciales, perrito duro, azotes... La verdad es que me faltaba mucha imaginación y era muy influenciado por el cine porno de la época (Gag on my Cock, GGG). Durante nuestras reuniones le hice todo esto para mostrarle a nuestros socios que podían ir allí, que tenían que llevarla sin restricciones. Con demasiada frecuencia los chicos no se atrevían porque querían ser respetuosos, así que me correspondía a mí mostrarles lo que a ella le gustaba. A lo largo de 2005 se acostumbró a servir de descarga de pelotas con mi bendición, pero todavía tenía algunos tabúes que romper y todavía no había experimentado la intensidad de una sesión con varios hombres (mi mayor fantasía en ese momento). Nuestras prácticas eran cada vez más duras, le impuse mamadas de más de cuarenta y cinco minutos, auténticas sesiones de “facefuck” durante las cuales utilizaba su boca como un coño, obligándolo a desarrollar su resistencia, ganar paciencia y asumir su sumisión ( hasta entonces no era realmente “sumisa” en el sentido bdsm del término). Mi objetivo claramente era transformarla, ella ya no era la joven mojigata que había conocido en mi lugar de trabajo pero todavía estaba muy lejos de mi objetivo.Quería seguir mis fantasías hasta el final y el camino iba a ser largo.Descubrí por casualidad un sitio web franco-belga dedicado al Gang Bang llamado “Gang Bang Palace” (algunos de vosotros quizás lo recordéis). Se podían ver extractos breves de películas de aficionados; el acceso a los vídeos completos estaba sujeto a una tarifa. Realmente me gustó la sensación pornográfica del sitio y traté de averiguar un poco más. Todo estaba centrado en la pluralidad masculina. No me atreví a ponerme en contacto a través del formulario previsto a tal efecto, ya que no tenía idea de q ...

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