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una mañana maravillosa

Publié par : bonplan1 le 16/02/2024

Durante varios días había dialogado con un sinvergüenza en el lugar, un poco lejos de mi casa, por supuesto, pero estaba en mi ruta en bicicleta donde podía parar si fuera necesario. El descanso de un guerrero como dicen. Pero no sé si me tomaré este descanso salvador durante un paseo en bicicleta porque prefiero estar fresco cuando paso un momento con un bribón así. ¡No quiero, como dice uno de mis sinvergüenzas, hacer una parada en boxes! Y sí, o sino, debería darme una ducha antes de empezar con las payasadas. La frescura de dos cuerpos juntos siendo tan buena en este caso. Entonces el diálogo fue muy lindo y después de discutir diferentes cosas malas, tuvimos que pasar a cosas concretas y concertamos una cita. ¡Ah! Sospeché que no vivía en el lugar indicado en su perfil pero no estaba lejos de allí. Además, se ofreció a recibirme en su casa, algo que agradezco mucho, por la mañana, una vez que su esposa se haya ido a trabajar. Y sí, los hombres traviesos también conocen esta práctica. Y no diré: ¡cuando el gato no está, los ratones bailan!" ¡Y sin embargo! Véngate de lo que la vida ya no nos concede o más bien de lo que las mujeres ya no quieren concedernos. Así que a las 8 de la mañana conduzco hacia su casa. Y no hubo suerte, mi GPS no me decía el nombre de su calle. Ciertamente no estaba actualizado. Pero tenía su número de teléfono, así que en el peor de los casos, él me guiaría una vez que llegara cerca de su casa. Tomé mi ruta en bicicleta para llegar y evitar las aglomeraciones de la madrugada, también llevé mi poción mágica que haría efecto en una hora, tiempo justo para el transporte, mi mochila también donde estaba el gel que necesitaría porque él me había dicho que era exclusivamente pasivo. Así que tenía todos los ingredientes para ofrecerle placer. Y por lo demás todo dependía de mí. El día anterior me había afeitado la zona genital, por razones de limpieza, pero no No rechaces a un hombre peludo. Más de las 9 de la mañana llegué a su casa después de haber empezado a quejarme porque a pesar de sus explicaciones, era imposible encontrar su maldito callejón sin salida. Y después de muchas palabras con él, llegué allí. ¿Me estaba esperando en la entrada de la puerta? Un hombre guapo, bastante delgado y de mi altura. Amable, sonriente, el primer contacto sólo desembocó en un placer futuro. Moreno, bien afeitado, parecía fresco y listo para recibirme. Me dejó entrar a su pabellón. Estaba vestido con un chándal gris y me preguntó si quería café o algo así. Alguien amable, a primera vista. Comencé a desvestirme mientras le negaba su café, queriendo empezar a divertirme de inmediato. Asimismo me preguntó adónde quería ir. En tu habitación le dije.Me gusta divertirme en una buena cama. Ok, íbamos a irnos.Continué desnudándome después de ofrecerle una primera caricia, él, ya bajando la parte inferior de su conjunto, quedándose en camiseta. Y ofreciéndole una generosa pala, a lo que él respondió alegremente, le toqué los huevos para juzgar el tamaño de la hermosa máquina. Bonita proporción, lo iba a disfrutar y a él parecía gustarle. Acabo de regresar, yo también, siempre mi primer contacto es muy táctil. Espera, dile que voy a seguir desnudándome para ponernos manos a la obra. Fui al baño a vaciar el exceso de mi vejiga y lo encontré desnudo igual que yo en el dormitorio donde había una cama grande, listo para hacer el amor. De hecho, era un hombre apuesto y peludo. Y muy rápido, estábamos acostados en la cama donde me iba a venir encima de él para darle besos muy fogosos que parecían gustarle, mientras frotaba nuestras colas, una contra la otra. El comienzo de esta reunión fue un buen comienzo. Íbamos a ponernos manos a la obra. Me susurró al oído que era todo mío y que podía tener el control de su cuerpo. Y admito que no me iba a decepcionar. Acariciar un cuerpo tan hermoso era más que placentero. Hummmm, sería nada menos que delicioso, y con razón. Le ofrecí un tierno beso en su cuello y él pareció agradecerlo, soltando algunos gemidos de placer. Mis labios iban a recorrer su cuerpo hasta llegar a su pene el cual me iba a ofrecer generosamente. Tenía buen tamaño, lamentablemente no estaba duro pero el placer de la felación hubiera sido mayor. Lo saboreé en mi boca y allí también él estaba en el cielo, lanzando pequeños gruñidos de satisfacción. Iba a acercarme a sus pechos para chuparlos con avidez. La degustación fue total. Le pedí que se diera vuelta para ver detrás de escena. Hummm, estas tiernas nalgas que me ofreció y las abrí para pasar mi voluptuosa lengua en su acogedor coño. Ella era más que dulce. Su felicidad fue total. Iba a buscar mi mochila en la sala para recoger mi tubo de gel y poder pasarlo por su parte para penetrarlo más fácilmente con mi dedo o mi polla. Porque los dos iban a probar este coñito. Deslicé mi dedo y lo hice reír cuando entré en él por completo. Soy tuya cariño, haz lo que quieras conmigo, me dijo? Cubrí su coño con mi gel refrescante para deslizar un dedo y cubrirlo bien. Su coño se abrió bien a mis caricias. Así que me acuesto encima de él para darle su sabor travieso, la sensación de mi pene que rápidamente quiere entrar. E iba a pasar dos dedos por su raja que los aceptó fácilmente, girándolos para acelerar el placer. Chilló lo más que pudo y me dijo: te vas a correr dentro de mí ...

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Palabras clave : Histoire 100% vécue, Gay, Mûrs, Soumission/domination, Européen(s), Marié(e)s