Verano caluroso Como cada año paso el verano en un camping donde tengo una casa móvil. El verano pasado fue bastante agradable con algunas aventuras con mujeres y hombres, no soy sectario, soy bisexual (Adicto al campamento de gallos 1 y 2 Adicto a las vacaciones de gallos). Un sábado, pocos días después de mi llegada, una pareja se instaló junto a la mía una casa móvil reservada para alquiler. Se trata de un matrimonio de jubilados con quienes intercambio unas palabras. El hombre es normal y me cuesta apreciar el físico de la mujer dada su ropa holgada, pero su rostro es agradable. Al día siguiente, temprano en la tarde, vi al hombre salir en auto. Su esposa hace un gesto en su dirección, pero en vano. Le pregunto si hay algún problema. Me explica que su marido se ha ido a pescar por la tarde; ella quería tomar el sol pero él se fue sin ponerle protector solar en la espalda y ella no tiene la flexibilidad suficiente para hacerlo ella misma. Me ofrezco a hacerle este servicio. Ella acepta y me lleva a casa. Está vestida con una túnica holgada que la cubre hasta las rodillas, imagino que tiene formas generosas pero su vestimenta me impide estar seguro. Me entrega el tubo de crema, me da la espalda y luego se quita la túnica. Está en ropa interior y un sujetador que se desabrocha y se quita. Le puse pequeñas bolitas de crema por toda la espalda y las esparcí mientras la masajeaba lentamente. Empiezo por los hombros y luego bajo hasta los riñones. Me tomo mi tiempo porque espero darle placer y así despertar en ella algunos deseos. Cuando llegué a sus bragas le dije: abajo, ¿puedo dejarte hacer eso? Ella se baja las bragas. Lo tomo como una señal alentadora. Le unté crema en las nalgas. Son redondas y firmes. Mis manos bajan por sus muslos y regresan hacia adentro. Coloco una mano sobre su coño y lo acaricio suavemente, esperando que sea eso lo que busca. Ella se da vuelta y se presenta desnuda frente a mí. Ella es un poco gordita con curvas generosas. Coloco mis manos sobre sus pechos que cuelgan un poco y los acaricio antes de lamerlos y morder sus pezones. Mis manos bajan por su estómago y descansan sobre sus caderas. La empujo hacia el asiento y la hago sentarse en el borde. Me arrodillo entre sus muslos. Ella pone sus manos en mi nuca y empuja mi cabeza hacia su sexo. Empiezo a lamerlo con avidez. Mi lengua sube a su clítoris y lo chupo. Ella gime y siento que su respiración se acelera. Después de unos minutos ella gritó y se corrió. Me levanto y admiro su cuerpo desnudo. La dejé recuperarse de sus emociones y volver a casa. Dos días después veo a su marido cargando su coche con las cañas de pescar y partiendo. Voy hacia ella, ella me hace señas para que vaya. Se desnuda y me guía hasta el banco donde se sienta. El mensaje es claro. Cuido su clítoris con mi lengua y sus pechos con mis manos hasta hacerla correrse. Espero a que resurja y empiezo a acariciarla de nuevo y a lamerla por todos lados, hace tanto tiempo que no hago correrse a una mujer que me aplico. Ella se corre por segunda vez. La dejé descansar. ...
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Sí, tengo mas de 18 anos ! No, soy menor de edad